Jaime, nos recuerda, uno de los romances más populares del romancero español.

Madrugaba el Conde Olinos,

mañanita de San Juan,

a dar agua a su caballo

a las orillas del mar.

Mientras el caballo bebe

canta un hermoso cantar,

las aves que iban volando,

se paraban a escuchar.

Dios te me libre del mal,

delos vientos de la tierra

y de las furias del mar.

La reina, desde la torre,

escuchaba este cantar;

la sirena del mar.

que esa tiene otro cantar;

es la voz del Conde Olinos,

que por mí penando está.

yo le mandaré matar;

que para casar contigo

le falta la sangre real.

no le mande usted matar;

que si mata al Conde Olinos

a mí la muerte me da.

Guardias mandaba la reina

al Conde Olinos buscar;

que le maten a lanzadas

y echen su cuerpo a la mar.

La infantina, con gran pena,

no cesaba de llorar.

El murió a la media noche

y ella a los gallos cantar.